viernes, 21 de diciembre de 2012

Purgandus epistularum: Raven Crowking's Nest

Antes que nada, lo quiero dejar clarito como el agua: a mí las navidades me la sudan un millón. Me parecen un camelo de proporciones cósmicas, un coñazo inaguantable, una especie de chantaje colectivo. Además, no tengo hijos, que suele ser la excusa más a mano para o bien ocultar que te encantan y no parecer un lila, o tragártelas aunque las odies y no parecer un calzonazos.

Dicho esto, esta mini-entrada (no me puedo creer que esté escribiendo más de una por semana) venía a cuento por la última entrada de un blog que sigo, y cuyo autor está centrándose en uno de mis juegos favoritos, por no decir mi JdR de cabecera desde que lo leí: Dungeon Crawl Classics RPG.

Descubrí hace poco a ravencrowking, y me parece curioso que sea Canadiense también. Ni me acuerdo de cómo llegué hasta su página; de vez en cuando habría que hacer un ejercicio de surrealismo en internet y comprobar hasta dónde se puede llegar pinchando enlaces. A páginas de gatos o nazis, seguro. O gatos nazis.


¿Otro gato en una entrada mía?


Total, que contiene artículos interesantes sobre el DCC como un nuevo hechizo para fabricar varitas, multitud de nuevos patrones (este hombre colabora en una expansión de terceros que se publicará en breve centrada en patrones), reglas caseras y una aventurilla de tema navideño. Ya sé lo que estáis pensando, pero no: no es un petardo como la de Spirit of the Century, Spirit of the season o la de Risus, A kringle in time. Odio el buenrollismo de los estadounidenses en cuanto a sus fiestas; suelen extenderlo a sus publicaciones, conversaciones, y entorno (si os parecen un horror las luces de madrid o barcelona, daos un paseo por una ciudad estadounidense). Por eso abrí la aventurilla de ravencrowking, "The thing in the chimney", con más miedo que vergüenza. Y qué sorpresa, oiga: es totalmente de la línea de DCC. Trampas ocurrentes, bichos nuevos con habilidades y putaditas interesantes, trasfondo oscuro. Y tiene elfos, pero los puedes matar. ¿Quién no quiere matar a un elfo?



- ¿Qué parezco, mamá?


- Un gilipollas, hijo; un gilipollas


Veredicto: Me alegra comprobar cómo van surgiendo blogs y páginas con material para un juego por ahora minoritario como el DCC, y que tenga calidad como es el caso. Y si es de canadienses, pues mejor. Que ellos no han invadido a nadie, hostia.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Purgandus fabularum: Skyfall

La famosa frase de "El Gatopardo", de Lampedusa, resume a la perfección este bodrio: "Si queremos que todo siga como está, necesitamos que todo cambie". Cuando la nueva serie de películas de James Bond comenzó (marcada por el cambio de protagonista, como siempre) con la impecable Casino Royale, tuve la esperanza de que el personaje adquiriera un tono más maduro, más cercano al buen cine de espías o al noir, más oscuro, amoral y menos festivo, pachanguero y tortas-y-explosiones que sus antecesoras. Pero no, oye, otra oportunidad desaprovechada.


Esto es un gato pardo, no El Gatopardo.


Admitámoslo, vivimos en tiempos de franquicias y series interminables (mira si no a Peter Jackson exprimiendo El Hobbit en tres películas), por no hablar de la cantidad de remakes en lo que llevamos de año. El mejor exponente de esto es su productora, Barbara Broccoli. Si os suena su nombre quizá es porque es hija de Albert R. Broccoli, mítico productor de pelis de Bond (casi todas, vamos). La coleguita tomó el testigo de su padre en Casino Royale y ahí sigue, amarrada a la teta de 007. Y luego os quejáis de los funcionarios.



Esto es un brócoli, no Barbara Broccoli


La película es un ejemplo de manual de lo que han sido los films del "espía" Británico durante toda la historia. Comienza con, oh sorpresa, una prolongada y aburrida persecución llena de cabriolas, detonaciones y la ya muy sobada escena sobre un tren. Luego sigue con la ya consabida cortinilla de entrada con siluetas de titis volando, disparos y demás tontás. Muy lisérgica y ridícula. Continúa con un berrinche de 007 porque "M" ya no le quiere ("que me voy del MI6, que me he enfadado... que no, tonta, que vuelvo"). Más tarde el colega viaja de aquí allá en plan documental del national geographic liándose con quien puede y matando facinerosos. Y al final nos plantan una escena en plan equipo A en una mansión Escocesa, con lago incluido (solo falta Nessi) y agónica muerte del malísimo.


Esto es una "M" viejuna, no Judie Dench haciendo de jefa del MI6


No tengo ninguna pega con la elección de Daniel Craig para el papel de Bond aunque, como leí hace unas semana ya ni sé dónde, a veces tenga pinta de obrero de la construcción de Europa del este. Parece que siempre tiene cara de que no le cabe un cañamón por el ojal, pero tiene porte y aire de misterio. Hasta un heterosexual flojo como yo admite que el hombre está muy bien. Repite Judi Dench como la figura maternal de Bond, y cuando la palma (¡ay, perdón, un spoiler agazapado!) la reemplaza un Ralph Fiennes más calvo que un litro de vino.

Pero Bardem no, por Alá. Vaya papelón que le han endilgado a Javier. Como sospecho siempre le pasará, interpreta a un "latino", un villano ex-agente Británico de origen Brasileño (¿?) más propio de Austin Powers. La increíble (por no creíble, no por maravillosa) conversación que mantienen los dos protas cuando descubrimos quién está detrás del cotarro no solo sonroja por lo ridícula que es (Bardem le intenta enervar proponiéndose, Bond responde que "no sería la primera vez que se lo hace con un hombre"), además aburre por lo inane del contenido.


Éste es Daniel Craig, no un mafioso Kazajo


Los más viejos del lugar (entre los que me encuentro) recordarán el único intento de llevar la filmografía del vetusto agente secreto al servicio de su añeja majestad al campo del rol. Yo, que conste, hasta jugué un módulo (el de Goldfinger, si mal no recuerdo) y si bien el sistema era medio gracioso, la ambientación y la creación de personajes era muy limitadita. Pudiendo ser James Bond, ¿quién quiere llevar al típico pardillo que muere en las primeras escenas? Por cierto, las ilustraciones eran de lo más feo que he visto en mi vida.


James Bond 007 - Libro Bаsico

Esto es un juego de rol de dudosa calidad, no otra película infumable


Por lo demás, la música sigue siendo lo mejor de este tipo de pelis (me acabo de dar cuenta que la típica melodía es puritito surf), nos enteramos del origen de James (qué cosas, al final es un pijo Escocés que sufrió mucho, pobrecito) y por fin aparece el metro londinense, que ya tiene delito que en veintitantas películas de un personaje Británico quintaesencial lo hubieran omitido; demasiado de baja estofa para el niño pera de 007, supongo.


Veredicto: El nuevo "Q", que ahora es un chavalín casi imberbe, le dice a Bond cuando éste le requiere algún gadget imposible que "ya no fabricamos ese tipo de fruslerías, los tiempos cambian". Pero no, mentirosillo, ésta es la misma basura machista y rancia que llevamos aguantando ya demasiado. Mucho mejor "El legado de Bourne". Vete al asilo ya, James.



Pero sí, éste sí que es Bardem

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Purgandus libri: Dune

Escribir la entrada sobre "La estación de la calle Perdido" me hizo pensar que aunque el sobado apéndice N es una fuente brutal de inspiración y algunos de los libros que constan en él deberían ser de obligada lectura en los institutos (y si me apuras, en los colegios), ya va siendo horita de añadir otras obras que a los abueletes del rol o se les pasaron o no les molaban. Es por esto que, siguiendo la tradición, voy a crear yo mi propio apéndice de creaciones literarias, cinemáticas, musicales y de similar pelo para gozo y disfrute de los sibaritas de lo rolero, lo fantástico y, por qué no, lo bizarro. Y ya que la "N" está pillada, paso a la siguiente, que en nuestro celtíbero alfabeto es la "Ñ". Queda inaugurado el Apéndice Ñ. Señores de la RAE: el sillón de la Ñ está vacío, me ofrezco para ocuparlo. El de la ñ, mejor ni hablamos del tema.



¿A que parece un tipo majete? Pues no, es Ansón y lo que pienso de él rima con su apellido


Voy a empezar fuertecico: Dune es, posiblemente, la mejor obra de ciencia-ficción que hay por ahí rulando. Y es curioso, porque realmente no encaja en los clichés del género; la tecnología ocupa un segundo lugar (muy acertadamente explicado con la Jihad Butleriana), dándole todo el protagonismo a las características de los grupos humanos (tribus, naciones, planetas, imperios...) de este lejano futuro y a las relaciones de las personas que los conforman. Yo, de hecho, la etiquetaría de fantasía-ficción o de "low sci-fi". Pedantería que no falte.



Mira que os dijimos que ibais a tener problemillas con la filoxera...


Podría resumir la novela, pero para eso está wikipedia. Lo que me interesa es destacar qué hace que este libro destaque, que sea un referente absoluto.


- La búsqueda del héroe. Frank Herbert (sí, el autor) recoge y amplifica los mitos inmortales de la humanidad y los actualiza en su protagonista, Paul Atreides. Un héroe involuntario que sigue los esquemas clásicos pero con un giro moderno: su protegido y privilegiado inicio, su caída en desgracia, su lento camino (esta vez, tan interior como exterior) de regreso, su apoteosis final. Toda la novela resuena con leyendas, desde el mismo nombre de la casa nobiliaria del actor principal (Atreides, proveniente de Atridas, los descendientes de Atreo, rey de Micenas), la lucha contra las máquinas (ya tan codificada en películas como Terminator o Matrix), el pueblo elegido (los Fremen, el único grupo humano realmente libre, pero a la vez relegado al ostracismo)...


- La humanidad era esto. La visión de Herbert sobre el futuro de la especia humana es sobrecogedoramente posible; deja claro que lo que se mantiene constante a lo largo de nuestra historia es la tetralogía violencia - jerarquía - religión - beneficio. Las casas nobles feudales, las eternas guerras, las iglesias de toda índole, la corporación que monopoliza la especia. Reflejo de lo que ha habido, hay y probablemente habrá de aquí a mil años.



Lucas también fue un visionario


- El enfoque místico. La especia humana tiene un destino: el camino dorado. Las organizaciones y hermandades (las Bene Gesserit, los mentats, la iglesia de la biblia católica naranja) moldean la realidad y la mente. La especia alarga la vida y permite plegar el tiempo y el espacio. Los Fremen son los beduinos de Arrakis, la gente libre. Un aura de misticismo permea toda la novela y le confiere un tono único y muy coherente con el contexto en el que se desenvuelve.


- Pastiche digestivo. En el buen sentido del término, éste es un escrito repleto de miles de referencias y mezclas: de culturas y religiones (catolicismo, zen, islam...), de  géneros diversos (épica, fantasía, ciencia-ficción), de terminología y vocablos (Zensunni, Muad'dib, Corrino, Missionaria protectiva)... muy acorde con un futuro muy lejano y resultante de una diáspora por las estrellas.


 Herbert explotó el filón de mala manera. Al grandísimo Dune le siguieron muchos otros (dos escritos por uno de sus hijos, oiga: esto es como heredar la ferretería de tus viejos), pero se los podía haber ahorrado. No añaden nada al original, salvo enrevesadas historietas amorosas, explicaciones superfluas y clones de Duncan Idaho (que es, posiblemente, el nombre más jodidamente molón que existe). Está claro que ésta es una obra que fagocitó por completo a su autor (que, por lo menos, se pudo ganar la vida escribiendo) y que le encasilló.


Fruto de la fama de su retoño es la a partes iguales denostada y egregia película de David Lynch, unas miniseries que me temo sean horribles y un puñado de videojuegos curiosones. En esto también fue precursor, el hombre: hoy en día es lo más normal del mundo que la novela de moda acabe con peli de Tom Cruise y videojuego de la Xbox.



No podía faltar en esta entrada. Lo siento.


No se vayan todavía, aún hay más. Que no solo Buffy tiene juego de rol; Dune también. Last Unicorn Games lo publicó allá por el 2000 y parece que a ellos sí que les afectó el supuesto fin del mundo - retrasos, rumores sobre su cancelación, y al final una limitada tirada que lo ha convertido en un ejemplar de coleccionista. Yo, afortunado de mí, me lo encontré por ahí perdido en formato pdf y he podido tenerlo ignorado durante años en mi disco duro. De vez en cuando le echo un vistazo para no sentirme mal.


Y ya de verdad para acabar, encontré trasteando una auténtica joya, producto del ínclito Metatrón: un juego libre no oficial basado en el universo mencionado. Que me aspen si su calidad no supera la del juego oficial, por Samedi.

Veredicto: Herbert detalla una humanidad a la vez próxima, conocida y extraña, lejana. Sin necesidad de extraterrestres, ni de tecnología maravillosa, ni de palabroteo técnico. El nivel de detalle del universo que creó hace que realmente, a veces, parezca que estás leyendo un libro de historia. Y si logras imaginarte a Feyd-Rautha sin el careto de Sting, eres mi héroe.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Rol y política: crowdfunding, mecenazgo, ransom y liberación

Igual que te digo que no pienso entrar al trapo con lo de la fotito de mi colección rolera (supongo que lo próximo será hacerse fotos de los tatuajes roleros que cada uno posee), sí que voy a ceder a hablar sobre el otro tema de moda: el crowdfunding.


Crowdfunding: financiando linchamientos desde el siglo XV


Muchos píxeles, unos y ceritos (que no ceretes) se han vertido en el último año sobre el temita de marras. Que si se está abusando, que si vaya birria de proyectos, que si ya se pide dinero para todo, que si uno no da a basto. Permitidme que no entienda demasiado bien el cabreo de la gente, sobre todo en el área del roleo (en el mundo real solo conozco la del 15-M en Goteo para enchironar a Rato, y la impresionante para montar un museo sobre Tesla que reunió... ¡más de un millón de dólares!). Yo he llegado a dos posibles razones para explicármelo:


- Mi tessssoro. Los roleros, seres con graves problemas de acumulación, solemos quererlo todo. De todos los juegos. En todos los formatos. Empiezas a mirar blogs y editoriales pequeñas y sientes cómo salivas cual perro de Pavlov. Lo quieres todo, y es tan fácil dar a esa pequeña tecla de paypal...


- Envidia cochina. Admitámoslo también, todos tenemos ínfulas de escritores, sueños de dejar la infecta oficina o la mugrienta fábrica y vivir de esto. Ver cómo algunos pocos agraciados lo logran no ayuda a uno a sentirse más próximo a la especie humana (así, en general) o a ser más filántropo.



No disimuléis: todos lleváis dentro un escritor de los que fuman en pipa y llevan coderas


También me parece curioso cómo a todo dios, al entrar en el juego, se le hace el culo pepsi-cola cuando ponen su nombre o alias ridículo al final del engendro financiado exitosamente. "¡Que se vea, que se vea! ¡Ojalá me dejaran poner la foto de mis churumbeles también!". Esto lógicamente me reafirma en la convicción de que todo el berrinche tiene un origen más mezquino. Además, ¿por qué no le fastidia a la gente la cantidad de basuraca que publica semanalmente algunas editoriales? Mucho mainstream es lo que hay.



Esto es una financiación por muchedumbre...


Pero no voy a hacer más sangre. Yo quería redirigir el debate por otros derroteros. Principalmente, cómo esta forma de financiación ha dado al traste con otra mucho más justa y social, y menos capitalista: el ransom o liberación de contenidos. No busquéis, avezados internautas, puesto que ya no queda ni rastro de este tipo de iniciativas (me ha costado Odín y ayuda encontrar este pequeño ejemplo); han sido engullidas por la más sabrosa y atractiva posibilidad de llevarte más pasta de la que pretendías o te imaginabas. O te mereces. El ransom cifra el coste de publicar un libro o de grabar un disco o de invadir una república bananera o de lo que sea y si se reúne la pasta, se hace; pero para todo quisque. Sí, sí: se libera para el público en general. Tiene lógica: calculas lo que te vas a gastar en costes de producción y lo que te quieres quedar por mano de obra o simplemente para seguir pagando facturas. Se cobra por trabajo finalizado, no por los simpáticos derechos de autor. Puedo llegar a entender (aunque no a estar de acuerdo) que una editorial cobre por cada libro que imprime (aunque se llevan una mordida brutal por ser meros intermediarios), pero no llego a entender que alguien siga cobrando después de haber terminado un trabajo. Que alguien me lo explique, por favor.



... y esto un mecenas


Aunque el mecenazgo (¿os habéis dado cuenta de lo bien que suena en Castellano? Ser un mecenas es chachi. No como crowdfunding, que suena a turba, a gentuza, a muchedumbre) sea una castaña, por lo menos sirve para dar a conocer a creadores y editoriales pequeñas que ni de coña podrían divulgar sus ideas. Como los chicos de conBarba y su mecenazgo de Apocalypse World en Castellano; este es un buen ejemplo y una buena causa (no, no me llevo comisión [ni pdf del juego]).


Luego está el caso de mi querido Robin D. Laws y su exitoso mecenazgo. Sé que he hablado antes de esto, pero es que no puedo dejar de fliparlo. El gachó ha sacado más de 30 veces lo que pretendía. Le han pagado la segunda vivienda en Miami, vamos. Este, niños y niñas, es un mal ejemplo de mecenazgo. Para que veáis que además de despellejar doy alternativas, le propongo esto a Robin y adláteres para la próxima campaña: permitid que se pueda poner dinero para que no salga adelante la cuestión. ¿Que pongo 100 $? Pues restan otros tantos. Esto le añadiría emoción, violencia y competición al soso ambiente de este tipo de iniciativas. Queremos sangre, pan y circo.